Desaparición y violencias

Taxi

Asociación Madres de la Candelaria Caminos de la Esperanza


2021
Tela blanca bordada
1x1
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Imagínese que a mí y una hermana mía salíamos de misa y había un muchacho que le decían el pelao, paró un taxi y no más vimos cuando abrió la puerta y lo entraron allá, se desapareció el pelao”*. Este taxi fue bordado por una mujer buscadora. Hilo a hilo este carro amarillo en el que incluso se ven las placas del vehículo cuenta una historia que se repite en las sentencias judiciales, los transportadores de alimentos, testigos a veces mudos, a veces víctimas de desaparición, desplazamiento y asesinato. El lugar de la violencia es una ruta, es una instrucción, la narrativa que queda es la representación del vehículo amarillo sin conductor, no hay cuerpo pero ésta y otras imágenes que se bordan con hilos de colores y con las manos cansadas son las que permiten “acceder a encuentros y hallazgos antes no revelados, y ello a través de la experiencia estética, a través de las emociones, de los sentidos" **
Sentencia Cacique Nutibara

“(...) Un taxista de 29 años de edad, con educación media y una esperanza de vida de 38.3 años, llegó esa tarde a la carrera 54B con la calle 30 con un pasajero, como se desprende del Informe de la Estación de Policía de Itagüí del 15 de mayo de 2.002, lo cual concuerda con la versión del postulado. Sólo que, según el Informe de la Policía, el pasajero le disparó al taxista por detrás antes de bajarse. Esa información es consistente con la necropsia, no así la del postulado, porque en ésta se dejó constancia de que la víctima recibió 5 impactos, todos en la parte posterior y con dirección de atrás hacia adelante, uno de los cuales presentaba rastros de hollín, lo que indica que uno de los disparos por detrás fue a semi-contacto. En el levantamiento del cadáver no le encontraron pertenencia alguna, a pesar de que eran alrededor de las 5 de la tarde y todo el día había trabajado en el taxi. Su compañera y su suegro declararon también que llevaba el dinero para pagar los servicios y el arriendo, el cual tampoco apareció. Tampoco le encontraron el reloj, un anillo y una cadena. Esa evidencia es consistente con las informaciones de que lo mataron para robarle. A muchos los obligaron a abandonar el barrio, en otros casos amenazaron a la familia o robaron su vivienda y a más de un conductor lo hicieron desocupar el barrio. Uno de éstos afirma que todos los conductores fueron víctimas de esa práctica, pero ninguno se atrevía a denunciar por miedo (...)” (Sentencia Bloque Cacique Nutibara (p.267)

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Referencias

  1. Víctima indirecta de desaparición forzada. Comunicación personal realizada en Taller Madres Candelaria Asociación Caminos de la Esperanza
  2. Sierra-Camargo, J. (2014). What are the legal aesthetic? An approach to the notion of “art and law.” Revista Derecho Del Estado, 32, 57 a 76.