El relato de Luz Elena, la fotografía de El animero y la sentencia, narran creencias y personajes presentes en las situaciones y prácticas asociadas a la Desaparición Forzada: El sepulturero como guía en los cementerios y a la vez mensajero de malas noticias. El animero como figura de protección de los muertos y sus almas, así como de seguridad para los vivos al cuidar las ánimas de los ausentes* y Dios, como único ser con potestad de decisión sobre la vida. El 2 de noviembre en el cementerio La Dolorosa de Puerto Berrío todo se entrelaza. La práctica, en cabeza de El animero, inicia con una misa y una velatón en el camposanto, donde el sepulturero ha enterrado innumerables NN. La creencia establece que los negocios bajarán el volumen de la música; que la procesión no será interrumpida por violencia y que las personas participantes no mirarán hacia atrás. Las penas por incumplimiento son mala suerte, maldición y espanto.
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Referencias
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Restrepo, M. (2015). Clamando Justicia. Grabacion inedita proyecto Memorias de Ausencia