Este video de tres minutos muestra el traslado de un habitante de calle desde el lugar donde se encuentra hasta las instalaciones del Museo de Arte Moderno de Cali. El artista alza al hombre del espacio público, se lo carga en su hombro y lo traslada como una basura utilizándolo para “ensuciar” las blancas paredes de la sala y para dibujar con su “mugre” sobre una mesa impecablemente blanca. La obra presenta la noción de limpieza social, como un cuerpo puede ser considerado desechable o sujeto de exterminio por encontrarse fuera de la normatividad. Los grupos de poder establecen normas y controlan los cuerpos, de modo que pudieran transformar lo cotidiano en sospechoso, lo honrado en corrupto o hasta convertir los cuerpos en cosas que se usan, se maltratan y se desechan. “El cuerpo humano, entonces, ¿sería la armadura de la dignidad humana, la última muralla de defensa del valor a proteger? Y si el cuerpo humano es apuntado, martirizado, destruido, ¿no se convierte entonces en la prueba tangible e irrefutable del ataque realizado a la dignidad humana -o del crimen de lesa humanidad, literalmente-?”*
Referencias
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Anstett, E., Dreyfus, JM.& Garibian, S. (2013). Cadáveres impensables, cadáveres impensados. El tratamiento de los cuerpos en las violencias de masa y los genocidios. Buenos Aires: Nuevo Foro democrático. (p.27)